Diversos estudios revelan una asociación directa entre problemas de salud mental, como la depresión, y la diabetes.
Un trabajo reciente cifra en un 20% la tasa de personas con diabetes
que además sufren depresión. Y desde la Fundación para la Diabetes
afirman que también los niños a quienes se les diagnostica este
trastorno metabólico tienen que pasar por una adaptación por lo poco
complicada para muchos de ellos. Controlar sus niveles de glucosa,
aprender a pincharse insulina y modificar sus hábitos alimenticios son
algunos de los cambios obligados en la vida cotidiana de los pequeños
con diabetes. En este artículo se explica cuáles son las
consecuencias de asumir esta enfermedad crónica para muchos de los niños
y adolescentes afectados y qué señales pueden poner en alerta a los
progenitores para acudir a un psicólogo.