24-10-2012 / 19:30 h EFE vía ABC.ES
Los adolescentes que han ido a la guardería antes de los tres años
tienen mejores notas en la ESO y más probabilidades de cursar
Bachillerato, según un estudio del Consorcio Instituto de Infancia y
Mundo Urbano (CIIMU) que se ha presentado en Barcelona.
El
IV Informe sobre la situación de la Infancia, la Adolescencia y la
Familia en Cataluña es el primer estudio que permite obtener información
de la evolución de una misma persona elaborado en esta comunidad y ha
entrevistado a más de 4.000 adolescentes de 70 centros educativos de
secundaria desde el 2006.
Las conclusiones muestran que haber
estado preescolarizado antes de los 3 años hace aumentar 1,65 puntos la
nota media de la ESO (en una escala de 0 a 5), si la madre tiene
estudios universitarios.
El efecto positivo de haber ido a la
guardería disminuye si las madres están menos instruidas ya que solo
aumenta 1,27 puntos la nota media, pero sigue siendo más relevante que
el sexo del estudiante o el control de los padres a los hijos.
Según
uno de los autores del estudio, Sebastià Sarasa, "en igualdad de
condiciones, un hijo de una madre sin estudios que esté vagando por la
calle todos los días tendrá un rendimiento escolar similar o un poco
superior al de quien va directamente del colegio a casa, si el primero
ha ido a la guardería y el segundo no".
La investigación también
muestra por primera vez que la exclusión residencial, que se da cuando
la vivienda no reúne unas condiciones óptimas y afecta al 42 % de los
adolescentes, repercute en el rendimiento académico.
En estos
casos, el aumento de los suspensos es de más de 3 puntos (del 5,6 al 8,9
%) en las familias no pobres, mientras que el incremento se duplica
(del 13,1 al 19,1 %) en las familias pobres.
La pobreza infantil
ha aumentado hasta el 28 %, lo que afecta también a los deseos
educativos ya que el 40 % de los chicos pobres aspira a ir a la
universidad, frente al 65,4 % de los no pobres.
Por otra parte, el
informe indica que el 30 % de los jóvenes declara haber hecho actos
vandálicos y el 24 % ha cometido algún pequeño delito.
Asimismo,
el riesgo de padecer depresión o ansiedad aumenta si el adolescente ha
vivido un episodio de pobreza (del 9,2 al 12,3 %) o de divorcio (del 8,4
al 13,2 %).
En los hogares monoparentales, la implicación del
padre no residente en la actividad escolar de sus hijos, reduce las
probabilidades de repetir curso (del 0,15 al 0,06) y aumenta las de ir a
la universidad.
Otro de los resultados del estudio es que una de
cada tres chicas y uno de cada ocho chicos consideran que pesan más de
lo que deberían, a pesar de tener un peso normal.
El informe
indica que los estilos educativos autoritarios, en los que los padres
imponen sus decisiones sin escuchar a los adolescentes, incrementan el
riesgo de percepciones equivocadas sobre el propio cuerpo.
En la
presentación, la concejal de Familia, Infancia, Usos del Tiempo y
Discapacitados del Ayuntamiento de Barcelona, Irma Rognoni, ha destacado
el valor del estudio "para obtener un retrato objetivo del resultado de
las políticas activas de apoyo a las familias" y ha resaltado la
importancia de "hacer más inversión en infancia".
Rognoni ha
expresado su preocupación por los indicadores del estudio que señalan
que ha aumentado la pobreza infantil, el bajo rendimiento escolar y el
abandono escolar prematuro y el crecimiento preocupante de los
malestares emocionales y trastornos psicológicos".
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